viernes, 31 de agosto de 2007

Just One Breath

Comenzando por el principio...


mmm...bueno creo k valga la redundancia...comenzaremos por el principio...no se si funcionará esto de un blog...pero veamos como resulta el experimento hahaha...algunas reflexiones k estaban guardadas por ahí creo k vienen al caso...

Ahmmm...Supongamos que la felicidad es el deseo de repetir. Supongamos también que la idea de "vida idílica" es aquella en la cual repetimos una y otra vez los mismos actos y eso nos causa felicidad.
Además supongamos, que lo que ocurre una sola vez es como si no ocurriera nunca. Son ideas chocantes en una sociedad en la que la repetición es sinónimo de "rutina", en la que se desean fundamentalmente "novedades", en la que uno no pasa dos veces por la misma experiencia si puede evitarlo, porque entiende que ese acto repetido es tiempo perdido, tiempo que podía haberse dedicado a realizar otro acto completamente nuevo.

Después de todo, se considera a la infancia como uno de los períodos más felices de la vida. Y la infancia es un permanente deseo de repetir, de ver hasta asquearse la misma película o jugar al mismo juego una y otra vez. Y el enamoramiento, otro de los sucesos más felices de la vida, es también el deseo de repetir, de estar haciendo constantemente las mismas cosas con la misma persona (al menos al principio, luego será cambiado por la idea agobiante de la misma rutina)

Sin embargo, el modelo de sociedad en el que vivimos fomenta todo menos la repetición. Presenta otro modelo distinto de felicidad, basado en la idea contraria. No podemos instalarnos en algo permanentemente, tenemos de cambiarlo cada poco tiempo por algo más nuevo, más interesante, más actualizado. Lo que causa felicidad se consume rápido, tan rápido que la idea de felicidad va asociada a esta misma rapidez. Pero y si entonces...lo que ocurre una sola vez es como si no ocurriera nunca? ...Qué es lo que pasa con esa idea? Lo que consumimos con tanta fugacidad (música, películas, la misma "comida rápida", ropa... por poner un ejemplo) nos atraviesa con tal ligereza, que no tardaremos en olvidarlo. Como si no hubiera ocurrido "nunca". Y lo peor es que a veces parece no haber ocurrido, no haber existido. Muchos de esos sucesos culturales de los que hablo no tardan en pasar de moda y sumirse en el olvido. A lo mas, uno recuerda haberlos leído, visto, escuchado, recuerda de que se trataban o tener una "vaga idea" de en que consistían. Pero no mas que eso. Y tampoco estaríamos dispuestos a volver a ellos, a repetirlos... porque ya hay mas..nuevos...y mejores...

Simplemente...reflexiones...